21 de febrero de 2011

La risa

Quítame el pan, si quieres
quítame el aire, pero
no me quites tu risa [...]


Mi lucha es dura y vuelvo
con los ojos cansados
a veces de haber visto
la tierra que no cambia,
pero al entrar en tu risa
sube al cielo buscándome
y abre para mi todas las puertas de la vida. [...]


Ríete de la noche,
del día, de la luna,
ríete de las calles
torcidas de la isla
ríete de esta torpe
muchacha que te quiere,
pero cuando yo abro
los ojos y los cierro,
cuando mis pasos van,
cuando vuelven mis pasos, 
niégame el pan, el aire,
la luz, la primavera,
pero tu risa nunca
porque me moriría.

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